Trabajar en otro país es una de las mejores maneras de adquirir experiencia y mejorar el sueldo. Pero un cambio como este puede suponer un reto. Es necesario tener en cuenta algunos factores para evitar sorpresas desagradables. Desde Abogados Ledesma te explicamos cómo trabajar en Francia siendo español.
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Los trámites para trabajar en Francia siendo español
Una de las grandes ventajas de trabajar en el país vecino es que, al pertenecer a la Unión Europea, los españoles tienen derecho a instalarse sin mayores dificultades en el país. Entre las condiciones que se exigen para poder hacerlo están que puedan afrontar sus necesidades materiales y que no suponga una amenaza para el orden público.
Es obligatorio que las personas que se disponen a trabajar en Francia acudan con los documentos de identidad del país del que se ostenta la nacionalidad en perfectas condiciones y actualizados.
Puede que para algún trámite se requiera la tarjeta europea de residente. Se consigue en la Prefectura de Policía más cercana al lugar de residencia. Los documentos necesarios para solicitarla son el contrato de trabajo o los boletines de salario y un “justificatif de residence”. Si no se dispone de este último, se pueden adjuntar facturas de alquiler, de luz, de gas o similares.
Otro de los trámites para trabajar en Francia, en este caso para tener acceso a los servicios consulares, es la inscripción en el registro de Matricula del Consulado de España que corresponda por cercanía a la residencia.
En cuanto a los documentos, trámites y condiciones laborales, están reguladas por la normativa general, Código de Trabajo, y un conjunto de convenios colectivos. Estos últimos están formados por patronal y sindicatos, así como por convenios de empresa en base al ramo de esa actividad.
La jornada laboral impuesta en el país es de 35 horas semanales para cualquier empresa. En base a esta se fija el sueldo base y las horas suplementarias (siempre bajo un límite legal), si es que proceden. Por supuesto, existe la posibilidad de acceder a trabajos de media jornada o tiempo parcial, en los que el sueldo se ha de ajustar a la medida proporcional establecida por ley.
Las ventajas de trabajar en Francia siendo español
Trabajar en Francia puede ser interesante. El sueldo mínimo es más alto, el horario es más reducido y hay más días acumulados de vacaciones. Por otro lado, haber trabajado en el país galo añade valor a tu experiencia y mejora tu currículum.
El sueldo en Francia
El salario mínimo interprofesional francés se sitúa en los 1554,6 euros mensuales brutos (a este hay que restarle los impuestos legales franceses), frente a los 1108 que se percibe en España. Además, hay convenios que mejoran esta cantidad.
El horario laboral en Francia
La jornada laboral en Francia es de 35 horas laborales a la semana. Si se compara con la jornada española de 40 horas, el sueldo francés es todavía más elevado, ya que todo lo que excede de esto supondría el pago de horas extraordinarias.
Las vacaciones en Francia
Los trabajadores en Francia tienen derecho a dos días y medio de vacaciones por mes trabajado. Es decir, los franceses disfrutan de 30 días hábiles de descanso al año, ocho más de los que se dan en España.
Los inconvenientes de trabajar en Francia siendo español
Hasta ahora parece que trabajar en Francia son todo ventajas, pero no es así. Los precios son más altos. El alojamiento en Francia es mucho más caro que en España, especialmente en París y los alrededores. Además, es difícil de encontrar, por lo menos en condiciones razonablemente aceptables. El transporte, los alimentos y los productos básicos también cuestan más.
Otro problema es la sanidad. No basta con la tarjeta sanitaria europea, una parte de la atención se cobra, así que es casi imprescindible contratar un seguro privado. Los importes por la atención, la hospitalización o la repatriación pueden ser muy caros
Desplazamiento de trabajadores a Francia
Respecto a todo lo anterior, hay que diferenciar el desplazamiento de trabajadores a Francia para trabajos puntuales o de duración definida de una persona que decide ir a trabajar por su cuenta.
En este caso, las condiciones serán diferentes. Los trabajadores desplazados se pueden beneficiar de condiciones laborales francesas, pero manteniendo las cotizaciones sociales del país de origen del empleador, excepto los trabajadores del sector del transporte por carretera, a los que les aplica otra normativa.
Si vas a acudir a Francia en estas condiciones, se debe solicitar en la seguridad social el formulario europeo A1 y S1.
A1. Certifica la legislación aplicable a cualquier trabajador que no está afiliado a la seguridad social del país donde trabaja. Se solicita en la Tesorería General de la Seguridad Social.
S1. Es básico para la atención sanitaria en el país. Ha de solicitarse en la Seguridad Social y sirve para que los desplazados y sus familiares puedan inscribirse al seguro de enfermedad francés y beneficiarse de sus servicios. La cobertura es limitada, así que también se recomienda la contratación de un seguro privado y uno de repatriación en caso de accidente. Si el desplazamiento es corto, con la tarjeta sanitaria europea es suficiente.
Trabajar en Francia siendo español tiene pros y sus contras, como has podido ver. Aun así, si decides buscarte la vida allí, te recomendamos que te pongas en contacto con abogados expertos en Francia que te puedan ayudar con los trámites. Solo así tendrás la seguridad de que todo está bien mientras resides en el país.
En ABOGADOS LEDESMA somos expertos en realizar este tipo de trámites. Contamos con un equipo de profesionales especializados en legislación francesa para asesorarte en todo el proceso y resolver cualquier duda.